Espiando conversaciones – Cuento

Solía ir a leer a un café en un pequeño centro comercial frente al mar. Me gustaba escaparme a media tarde, porque por lo general no hay gente a esa hora y así uno puede concentrarse en la lectura.

Pero esa tarde en particular, me distrajo una conversación, poco a poco deje de entender lo que leía. Decidí recostarme, cerrar lo ojos y escuchar:

–        Es extraño y tan gracioso…

–        Dibujas en tu cara una sonrisa como si la vivieras

–        Y quien dice que no… hay cosas que pasan y otras que no

–        Pero no dices que al fin de cuentas deben pasar, en tu realidad o en tu imaginación, siempre están ahí y suceden. Ese es tu problema

–        El problema es mi falta de imaginación…

–        No! Viejo, aterriza, pisa tierra, si algo no te falta es imaginación, más bien vive por ti

–        Yo vivo, si! Yo vivo…

–        Pues Claro! Claro que vives, pero vives en tu mundo…

–        Si pues! Un mundo que me hace feliz, un mundo que me hace vivir

–        Si te hace vivir no estarías sentado aquí, con tu taza de café, tu cigarro y repitiendo tu desdicha

–        Es que no lo tengo todo

–        Seria mejor si dijeras “al menos tengo algo”

–        ¿En verdad tengo algo? (risas irónicas)

–        Tienes vida, tiene familia, tiene alegría, talento…

–        Y de que sirve todo eso, si me falta algo…algo más grande…algo…

–        Tonterías! te aferras a la nada, pisa tierra y comprenderás. Tienes una meta, un camino

–        Un camino si, pero no quiero recorrerlo solo, le temo a la soledad.

–        Siempre crees estar solo y no ves más allá, crees que la vida solo sabe quitar cosas, pero la vida sabe dar y dar…

–        Dar tristeza, eso lo puedo esperar… Tengo una rabia y una felicidad, tengo tantas cosas en que pensar.

–        Siempre pensando en ella ¿verdad?

–        Si… así es, si no estuviera pensando en ella no estaría aquí. Escucho ruidos y me atormento, y pensando en ella reconozco una paz, un silencio, guardo fuerzas para volverla a ver

–        Pero no esta…

–        Aun no, pero sé que pronto llamara, por la otra línea me dirá…

–        Te dirá que!, ¿que le prestes algo o que le ayudes en algo?… o qué pasa si está de la otra línea callada?

–        El silencio es compañero en el tiempo, es mi costumbre escucharla en mi mente, solo necesito saber que esta ahí para poder hablar con ella, ella sabe que la escucho…

–        ¿Y ella te escucha a ti? … supongamos que si, que más quieres

–        yo nuca pido nada, solo deseo tener algo, una vida, una pequeña casita, un paseo por la plaza y otro por el jardín. Quien sabe uno a orillas del océano u otro en la orilla de la vida

–        epa!! ¡Eso es solo poesía! …No lo digo yo, lo dice ella

–        pues no, no es poesía es realidad, en realidad con palabras diría yo, …y si simplemente fuera poesía, que de malo tendría

–        la poesía no te da de vivir, no puedes comer las hojas en donde escribes, no puedes vestir de versos tu cuerpo, no puedes vivir en la casa que pintas en tus hojas, no podrás tenerla con tan solo soñarlo

–        (silencio)

–        ¿cabe en tu nostalgia una pausa?, sabes que lo que digo es verdad, ya deja de exprimirte el alma y ponte en marcha, hay tanto por luchar, tantas guerras que ganar, guerras de vida!!, guerras que con manos no podrás amasar, ni mucho menos pintar, ni mucho menos escribir, porque así es la vida, eres un mortal, y en tu caso…no tienes esas manos

–        No tendré manos pero aprenderé a pintar con los pies…

–        Buscas excusas a la vida, dejas pasar oportunidades, quieres llegar rápido a la salida de un mundo al que no has entrado

–        no tengo la visa para vivir, siento estar condenado a mirar y mirar, sin voz ni voto, volverme el mediocre en una sociedad…

–        Perdón, ¿no fue ella quien te dijo que tienes todas las de ganar? no me dijiste tu que sus palabras son ordenes, o mentiste también cuando dijiste que serias el mejor por ella

–        Y lo seré, seré el mejor para ella…

–        ¿te quiere?

–        Mucho, tanto como yo a ella

–        Si eso es verdad, porque no contesta tus llamadas, porque no acude en tu soledad, porque sientes que te menosprecia si en verdad te quiere

–        Tiene cosas en que pensar

–        Mas importantes que el amor supongo, parece una chica centrada y quiere una carrera, quiere una vida planificada, quiere seguramente alcanzar sus sueños

–        Y yo también

–        Entonces estudia, trabaja y sé el mejor…

–        No es tan sencillo, no tengo nada claro, soy miope en mi camino, torpe en mi andar, brusco con las manos y de cara algo abatido

–        Tienes un trabajo, un trabajo envidiado

–        Si, y estoy muy orgulloso de ello

–        ¿Hasta cuando te durará? Es un privilegio para tu edad, pero el tiempo pasa y se refleja en tu cara, mírate tienes una barba, y esas marcas? Arrugas ya? 2 o 3 canas? Todo eso indica tu edad

–        Se pasa el tiempo, si! Lo sé! nunca me dejo de lamentar….

–        Pues sí, se pasa, te refugias en una nube y no dejas que nadie la pueda alcanzar

–        Tengo miedo, necesito ayuda

–        Y la buscas en ella, ¿es justo eso? lo pregunto por ella. Crees que ella puede darte la ayuda que necesitas ¿por qué tendría que hacerlo? ¿nunca te pusiste a pensar que también ella tiene su nube?

–        Me tomo la cabeza y quiero dejar de pensar, no se que hago aquí y porque trato de manipular a la gente, tal vez mi error fue pensar que me amaría

–        Siempre apagas la luz, como de costumbre, y pones música, intentas cerrar los ojos para dormir y no puedes

–        Si pudiera dormir tal vez en un sueño profundo me quedaría, tal vez nunca más despierte

–        Apareció la victima! Mira, algún día encontraras una razón de vida, esa razón que te hará levantarte, cada mañana, con el sol

–        Algún MALDITO DIA!!! … siempre digo eso, siempre lo que no pude hacer hoy lo haré mañana y mañana será pasado y pasado será traspasado y así lo único que conseguí hasta hoy es levantarme cada mañana y ver en el espejo el reflejo de una, luego dos, y ahora tres y así pasaran las décadas, y yo aun seguiré levantando de esperanzas la vida

–        Que optimista eres (burla)

–        No hay tiempo

–        Tu eres el tiempo…tu haces y rehaces lo que quieres, y puedes moldear la vida

–        ¿No que no?

–        Nunca digas nunca

–        Pero que puedo hacer

–        Mátate, tal vez así seas feliz (ironía)

–        Pero así no podría tener a mi amada (sonríe)

–        Anda y díselo, dile que la amas

–        Lo sabe

–        ¿Pero lo entiende?

–        Pero al menos lo sabe

–        ¿Sabe que te esta perdiendo?

–        No es cierto…

–        Si lo es… el amor a veces es como una flor: cada día cae un pétalo, cada día pasan los  minutos y terminas ahogándote en todos los “te quiero” y te amo que llevan su nombre, cada día inconscientemente te convences que nunca podrás tenerla…

–        Prometí esperarla

–        Y ella te pidió que no prometieras

–        …ahora siento morir (suspira)

–        Si mueres tu, muero yo

–        Eres mi corazón, eres mi conciencia

–        Pues si, y sin ti no vivo, pero si yo muero tu también te vas conmigo ¿no lo sabias?

–        No

–        Pues sin saberlo me matas, me matas tu y tu mar de lagrimas que me ahogan, me asfixia tu corazón comprimiéndose, me ponen contra la pared tus palabras que no quieres decir, tus angustias son las mías…

–        Sufro…

–        Lo sé

–        Solo dile que la amo…

–        ¿Otra vez? Si lo sabe, no dices?

–        Me tengo que ir

–        Ve, eso es lo que mejor sabes hacer… toma tus cosas y ve, yo me quedare a dar respuesta a todos los que pregunten por ti

–        Miénteles, diles que estoy bien, que fui tras una ilusión

–        Pero vas en busca de una realidad?

–        Deséame suerte, tal vez nadie me podrá liberar o regresar… ojalá

–        ¿y si ella quiere saber donde estas?

–        Mi amor ira dejando huellas, no aquí, sino en mi mundo, en las nubes, detrás de aquella pared que nunca se termino de construir

–        ¿Volverás? ¿volverás por mi?

–        No…Esta vez no

–        Siempre jugaste de visitante y perdiste por goleada

–        Me gustaría jugar de local, y perder por goleada, pero al caer al suelo saber que es mío, que puedo quedarme ahí sin ser sacado y en mi lugar dejar una flor abonada con mi muerte

–        Jajaja, que – tra – gi – co… mira, quizá tal vez por eso el destino nunca te dejo jugar de local

–        Puede ser… entrenaré entonces (sonríe mientras se va)

–        Suerte

–        La suerte es para los tontos

–        Por eso:  suerte!!

Abrí los ojos, cerré el libro y me paré, son pocas veces las que puedo escuchar las conversaciones entre mi nostalgia y mi conciencia.

  3Comments

  1. cecilia muñoz   •  

    Creo que ya leí el cuento, lo soñé???? No, es realidad!!!!!

  2. De Torquemada   •  

    Que buenoooo!!!!!! Muy bueno, me gustó, buen diálogo, final inesperado. Congratulations!!

  3. Yo   •  

    Wow! Simplemente estupendo.

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